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Las revistas, órganos de difusión de FOA la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Ar-
gentina. Con tres pisos cómodos, dinámicos y equi-
Los pedidos de afiliación llegaban de todos los lu- pados con lo necesario, invita a reuniones de jueces,
gares de la República. Las distancias son grandes, escuelas, charlas y exposiciones.
pero por el año 1986 las ciudades parecían aún
más lejanas. Una sala de reuniones en el subsuelo permite el de-
sarrollo mensual de las convocatorias del Consejo
Algo se debía proponer para llegar a cada criador Directivo. Un archivo, recientemente remodelado,
con las novedades,los estándares internacionales, conserva la historia y la actividad sin dejar que el
las especies menos conocidas, su adaptación al me- tiempo la olvide.
dio y sus cuidados, los conocimientos científicos ac-
tualizados, en definitiva: el asesoramiento que cada La secretaría alberga el mobiliario y es el lugar del
criador necesitaba… Fue, entonces, cuando nace personal necesario para brindar un servicio perso-
la Revista Ornitofoa. Instaurada por Estatuto, sería el nalizado y comprometido con cada afiliada. Un la-
único órgano oficial de fomento y promoción. Finan- boratorio, de reciente construcción, permite su uso
ciada por aportes mixtos (afiliadas y publicidades), en exposiciones como enfermería veterinaria, servicio
llegaba a los criadores de manera gratuita. antifraude o como espacio apropiado para un tra-
bajo de investigación sanitaria.
La constante actualización que muchas veces deja-
ba atrás conceptos edición tras edición, la dificultad Dos pisos de salones, proporcionan un lugar ideal
que nos plantea un territorio nacional extenso que para desarrollar distintas temáticas con la asistencia
supone costos de envío, y la fluidez en las comuni- de un gran número de personas.
caciones ofrecida por el avance de la tecnología,
hicieron que esta revista cayera en franco desuso, En el último piso, se encuentra la oficina del Cole-
abandonando su edición en los inicios del 2010. gio Argentino de Jueces, sede de reuniones internas,
charlas, archivo y material propio de su actividad.
La sede, nuestra casa
Un sector más alejado permite la conservación de
Toda institución que se precie a sí misma y pretenda jaulas, perchas, estanterías, etc. y todo lo necesario
perdurar en el tiempo debe contar con su patrimonio, para la realización de exposiciones y campeonatos.
un lugar físico para su desarrollo, la conservación de Y, por último, en el patio central, contamos con 2 pa-
sus útiles de trabajo y para la reunión de sus inte- rrillas, testigos ignotos de charlas de amigos frente a
grantes. un buen asado argentino, broche de oro de un juz-
gamiento, una reunión de Consejo Directivo o una
Nuestra Federación no es la excepción. Cuenta con jornada de intercambio para actualizar conocimien-
sede propia en el corazón del barrio de Boedo, en tos.
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